Un clásico de la cocina napolitana. El gran diámetro de estos macarrones gigantes, su textura elástica y porosa y su cocción homogénea casan bien con todo tipo de receta: horneados alla sorrentina o con vino blanco, bechamel, salchicha y ricotta, preparados con frutti di mare, aderezados con tomates cherry y pesto de pistacho o con ragù de tomate y lubina e incluso en una original elaboración que te sorprenderá: paccheri rebozados y fritos y rellenos de provola, ricotta y perejil.